Generalmente lo que primero se viene a la mente cuando se piensa en firma digital es una imagen digitalizada de tu firma manuscrita. Es que una firma es eso, un grafo “único” que representa a una persona y que tiene fines jurídicos o representativos, entre otros. Con una firma uno da valor a ciertos documentos, como a un acta de matrimonio o un contrato de compraventa; también con tu firma das consentimiento a lo que dice en un papel, como en una carta.

La firma digital tiene todas estas características, excepto el grafo único manuscrito.

En realidad es un mecanismo criptográfico que permite autenticar que un documento digital no ha sido modificado desde que el signatario lo firmó. Si yo le pongo mi firma digital a un documento quiere decir que estoy de acuerdo con el contenido del mismo; por lo tanto, este mecanismo muestra que yo lo he firmado, si y solo si el documento no ha sido alterado. Si a ese documento se le cambió una coma, la firma digital se “rompe”.

Por esto mismo, la firma digital solo tiene validez en documentos digitales y en Bolivia -a través de la Ley Nº 164, Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologías de Información y Comunicación, de 08 de agosto de 2011- tiene validez jurídica.

¿Cómo funciona?

Primero se debe aclarar que el sistema para firmar digitalmente se expresa en un dispositivo similar a un usb. En ese están inscritas una clave pública y una clave privada que han sido asignadas a una persona específica por la Entidad Certificadora Pública. Para firmar de manera digital, este sistema de encriptación primero genera un código único que representa al documento que se va a firmar y luego encripta ese código. Cuando se concluye ese proces quiere decir que el documento ya está firmado.

Para ver la firma del documento, cualquier sistema que acepte documentos firmados digitalmente saca otra vez un código único del documento y lo compara con el de la firma digital. Si coincide quiere decir que la firma es válida, porque el documento no ha sido alterado. Si el documento es modificado de alguna manera, el código también se modifica. Por lo tanto, si se modificó el documento de alguna forma, la firma se revierte.

¿Y por qué se le llama firma?

Porque tiene las mismas características que una firma manuscrita: identifica a una persona, representa a una persona y le da carácter legal a lo firmado, solo que en vez de aplicarse a documentos físicos se aplica a documentos digitales.

Las ventajas que esto supone son:

Además es mucho más segura que una firma manuscrita: es más fácil falsificar un grafo que un mecanismo criptográfico informático.

Publicado originalmente en el blog de la Agetic en julio de 2017